Tenía ganas de enamorarme. Mucho.
Bastaron tan sólo unas horas para enamorarme o al menos, para sentir
esos nervios, esas cosquillas en el estómago, ese temblor en la voz
y crear dentro de mi una ilusión que a los pocos días se convirtió
en una mala experiencia con un chico.
Soy un chico y eso pasó cuando tenía
18 años. Lo conocí por una red social, en una malagueña tarde
calurosa de septiembre. Era guapo, muy atractivo. Tenía
conversación, tenía gracia, arte. Me encantaba. Hablamos durante un
par de horas de todo lo que se nos ocurría: familia, amigos,
trabajo, carrera, relaciones... El tiempo pasaba tan deprisa...
Hablamos de los celos, la infidelidad y de las prisas.
Tras sacar el tema de las prisas,
advirtiéndome que son muy malas, me propuso quedar ese mismo día.
No me lo podía creer. Cancelé mis compromisos, quedé con él sobre
las 22:00h de la noche, hablamos de todo, nos fuimos a tomarnos unas
cervezas y estuvimos juntos hasta las 4 de la madrugada. Besos,
abrazos, caricias, miradas, atracción, feeling, complicidad fueron
los acompañantes perfectos de aquel 12 de septiembre... sigue
Estaba en una nube. Yo, que nunca había
tenido suerte con los chicos, lo tenía a él. Parecía de película,
era todo tan perfecto, que yo no me lo terminaba de creer, y en el
fondo, sabía que algo no iba a terminar bien.
Mantuvimos el contacto por teléfono
dos días más, y de pronto, recibí un mensaje en una red social.
Era él que me pedía que lo dejara, que estaba agobiado, que no
quería relación seria, que no quería nada de eso. Todo esto, no
cuadraba con lo que me había dicho en persona. Era como otra
persona... no entendí, y si te soy sincero Ana, sigo sin entenderlo
demasiado. Podía haber sido claro desde el principio.
Cortamos el contacto de raíz y yo me
quedé fatal. Fueron necesarias unas horas para que yo me sintiera el
hombre más feliz del mundo, y después, tan sólo unos minutos para
leer un mensaje para sentirme el más desgraciado y el más
utilizado. Era otra experiencia mala, otro fracaso, estaba harto ya.
Nunca había tenido ni tengo nada serio y me apetecía mucho
enamorarme y entregarme al 100% y que lo hicieran conmigo.
El destino hizo que siguiera conociendo
a amigos por la red, y que, teníamos a este chico en común y me
pasaron conversaciones, mensajes y me comentaron cosas de personas de
su alrededor (conocidos, ex novios) cómo era y qué hacía. Y es
que, mientras me conocía a mi, conocía a unos cuantos y se acostaba
con su ex. Las fechas cuadraba y la realidad era esa: me utilizó.
Yo no era especial, tal y como me hizo
sentir y me dijo aquella noche. Era uno más, sin más.
Me costó tiempo superarlo y fue cosa
de unas horas como quien dice, pero me alegro que durara poco, no
quiero ni pensar lo peor que hubiera sido si me hubiera dado cuenta
más tarde.
Ahora, nos vemos y no nos saludamos.
Somos dos 'desconocidos' sin educación. Rencor, tristeza y rabia es
lo que siento al verlo.
Hoy, tengo 20 años y aún no he
encontrado a mi hombre ideal. Pero sigo creyendo en el amor
verdadero, en ese para toda la vida. Ojalá algún día lo pueda
encontrar.
Besos a todos. Gracias, Ana.
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3 comentarios:
Oye pues a mi no me importaria conocer a un tio con esos valores y esas expectativas y esa forma de ser, yo soy de jaen asi que ya sabes xD
Pues mira, sería un placer @joselito21, yo soy de Málaga. Así que si quieres...! :) adelante!
mi correo: gabidc92@hotmail.com escríbeme ahí y ya pasamos a otra red social =)
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