LAS CONFIDENCIAS DE ANA: Esta es la historia... Me estoy enamorando de ti...

HA LLEGADO SU FINAL...

¿Quién debería ocupar el trono?

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Esta es la historia... Me estoy enamorando de ti...

miércoles, 19 de diciembre de 2012 |


Hola Ana 

Mi historia empezó hace ya como unos 7 años más o menos.  Lo conocí a través de una amiga en común aunque por internet ya que nos presentó por web cam. Yo tenía 17 años y él 26 pero congeniábamos a las mil maravillas. Quedamos unas cuantas veces, nos gustábamos pero ninguno daba el paso para ese esperado primer beso. Nuestras tardes se basaban en horas de charla, risas y tonteos. Cuando llegó nos supo a gloria a los dos. Aún lo tengo guardado en mi memoria al igual que él también. No sé muy bien que me pasó, quizás el miedo por lo sentido, quizás la inmadurez, propia de la edad, pero me fui a vivir 800 km lejos de él rompiendo con ello la amistad que teníamos. Sé que no tenía porque dejar de hablarle pero lo hice. No tengo excusa y ni siquiera puedo decir porque lo hice. Solo hablábamos para mi cumpleaños porque todos los años recibía su llamada, él nunca la mía. Me comporté con él como una niña caprichosa y egoísta. 


Pasaron los años y yo empecé una relación de 4 años y medio donde hubo malos tratos e insultos hasta que por cuestiones familiares tuve que volverme a Barcelona a ayudar a mis padres. Mi relación estaba fatal como se puede intuir y en tan solo un mes y a pesar del miedo dejé a mi ex. Los siguientes meses estuvieron llenos de insultos y amenazas pero seguí firme en mi decisión aunque en el fondo temblaba cada vez que veía su nombre en mi teléfono.

Un día, mirando mi listado telefónico me di cuenta de que aunque había pasado 6 años el teléfono de él seguía ahí. Recordé como lo pasábamos, las risas, los buenos momentos y aun sabiendo que no tenía derecho y esperando un silencio por respuesta decidí pedir perdón a esa persona a la que falle en su día. Le puse un mensaje de texto con un hola que tal, como te va la vida. Me contestó a los cinco minutos de forma jovial, sin ningún reparo y sediento de saber de mí. Quedamos en que nos veríamos un día y cuál fue mi sorpresa cuando al día siguiente (un miércoles) me pregunto si cenábamos juntos el sábado. El si fue rotundo. No sabía a quién me iba a encontrar, cuanto habría cambiado, pero quería descubrirlo. Muchos me han tachado de guarra porque tan solo había pasado un mes de mi ruptura (gente que no sabe nada de la historia con mi ex) pero puedo jurar que yo solo buscaba a mi amigo, el que me aliviaba con solo mirarme... sigue




Aquella noche se nos pasó volando, le pedí mil perdones, él bromeaba diciendo que ya me lo haría pagar. Todo lleno de una complicidad que a pesar de los 6 años no se había ido. Empezamos a hablar todos los días, cam, micro, msn, whatsapp… Todo se quedaba corto para poder saber el uno del otro. Nos veíamos a menudo y si, en uno de esos encuentros  pasemos a ser amigos con derecho a roce. Los meses pasaron, yo me enamoré pero él de mi no… Me quería mucho como amiga pero ya está. Ahora la pelota estaba en mi tejado… ¿Podía aguantar tenerlo solo así? No lo tuve que pensar mucho, él me hacia bien, el me quería y con eso me bastaba para poder seguir. Lucharía porque me amara.

 ¿Y después de todo lo que has pasado podrás luchar por otro hombre? Esa pregunta me hacían mis amigas sorprendidas de todo el empeño que le ponía al asunto. Él valía la pena, él era todo lo que yo quería tener… Donde antes había golpes, ahora había caricias… Donde antes escapaba un insulto, ahora entraba el sonido de un guapa, te quiero o incluso el de una simple sonrisa… No voy a decir que no lo he pasado mal, muchísimo. Mi autoestima estaba por los suelos, cada día al levantarme tenía que decirme a mi misma lo que valía aunque no me lo creyera pero él se entretuvo a agacharse al suelo y recoger cada trocito para luego poder pegarlo con su cariño. Han sido 10 meses de completa dedicación hacia mí a pesar de que cada dos por tres me pedía que me desenamorara, que él no sentía lo mismo. Yo, terca de mi, luchaba y estaba ahí esperando que mis plegarias fueran escuchadas.

Y lo han sido… Hace tres semanas pasamos un fin de semana juntos, entero. Lo que iba a ser una noche se convirtieron en 3 días increíbles. Él me fue pidiendo cada día  un poquito más hasta que se giro hacia mí y me dijo las palabras mágicas: creo que me estoy enamorando… Quizás pueda pareceros cursi, tonta o quizás una locura pero lloré y él secó cada una de mis lágrimas con sus dedos susurrándome al oído lo bonito que era ver que alguien te quiere tanto como para llorar por una palabra tuya.

No sé si funcionará, todo puede pasar en esta vida pero lo que si se es que él me dice muchas veces: yo solo quiero que seas feliz por una vez en tu vida y lo está consiguiendo. Ha desenterrado una sonrisa que yo creí muerta hace mucho tiempo, un brillo que me hace sentir plena. Puede que mi historia os parezca una tontería pero es mi historia y por ello para mi es especial. He aprendido que si quieres algo hay que luchar por ello y que si merece la pena, quizás no sea fácil. 

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2 comentarios:

Gaby dijo...

Qué historia tan bonita!! =) os deseo toda la felicidad del mundo ^^

Soraya dijo...

una historia preciosa enhorabuena!!!